Yo destacaría la escapada de José y Emma para casarse y que el abad Arnulf los case a pesar de todo. Yo quizás hubiera puesto a parte del epílogo que cuenta que pasa con los compañeros del monasterio de José, como se buscan la vida a José y a Emma tras escapar.
Destacaría sobre todo la desconfianza de Hugo hacia José y la intolerancia también por parte del arzobispo, ya que no me parece justo que por tener tanto conocimiento sobre la ciencia tengan que tratar a José como si fuera un hereje. Me ha gustado mucho el final porque José y Emma se merecían vivir felices después de todas la complicaciones que han tenido. Y todo gracias a la ayuda del abad Arnulf, a quien destacaría también, pero a lo largo de toda la historia.
De estos dos capítulos finales yo resaltaría la última carta que le escribe a José a su padre, en ella podemos observar que José ha conseguido todo lo que quería, esta casado con Emma, se van a ir a vivir al Norte, vemos como José y Emma son capaces de dejar todo lo que tienen por su amor. Quizá me hubiera gustado que José se hubiera rencontrado con sus padres, y hubiera podido presentarles a Emma, pero el final con el que concluye el libro está bastante bien.
Estoy de acuerdo con el final de la historia, pues al fin y al cabo ninguno de los dos estaba consagrado con la Iglesia, y tanto Emma como José estaban provisionalmente en sus respectivos monasterios. Además lo importante es el sentimiento recíproco de amor que había entre ellos. Muy importante destacar también, el apoyo y la conducta del abad Arnulf hacia Emma y José. Quizá haya faltado, para mi gusto, un poco más de desarrollo respecto a la vida de José y Emma como matrimonio, informar de su llegada la monasterio de Leyre, cómo los reciben. Del futuro juntos, principalmente. También cabe destacar la superstición e ignorancia que se cosechaba en aquella época hacia las personas con habilidad para las ciencias, las cosas nuevas y los conocimientos que esas personas intentaban difundir, culpándolos de herejes. Concluyo mi comentario con una frase de la gran Teresa de Calcuta: “El amor, para que sea auténtico, debe costarnos”.
Yo destacaría la escapada de José y Emma para casarse y que el abad Arnulf los case a pesar de todo.
ResponderEliminarYo quizás hubiera puesto a parte del epílogo que cuenta que pasa con los compañeros del monasterio de José, como se buscan la vida a José y a Emma tras escapar.
Destacaría sobre todo la desconfianza de Hugo hacia José y la intolerancia también por parte del arzobispo, ya que no me parece justo que por tener tanto conocimiento sobre la ciencia tengan que tratar a José como si fuera un hereje.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el final porque José y Emma se merecían vivir felices después de todas la complicaciones que han tenido. Y todo gracias a la ayuda del abad Arnulf, a quien destacaría también, pero a lo largo de toda la historia.
De estos dos capítulos finales yo resaltaría la última carta que le escribe a José a su padre, en ella podemos observar que José ha conseguido todo lo que quería, esta casado con Emma, se van a ir a vivir al Norte, vemos como José y Emma son capaces de dejar todo lo que tienen por su amor.
ResponderEliminarQuizá me hubiera gustado que José se hubiera rencontrado con sus padres, y hubiera podido presentarles a Emma, pero el final con el que concluye el libro está bastante bien.
Estoy de acuerdo con el final de la historia, pues al fin y al cabo ninguno de los dos estaba consagrado con la Iglesia, y tanto Emma como José estaban provisionalmente en sus respectivos monasterios. Además lo importante es el sentimiento recíproco de amor que había entre ellos.
ResponderEliminarMuy importante destacar también, el apoyo y la conducta del abad Arnulf hacia Emma y José.
Quizá haya faltado, para mi gusto, un poco más de desarrollo respecto a la vida de José y Emma como matrimonio, informar de su llegada la monasterio de Leyre, cómo los reciben. Del futuro juntos, principalmente.
También cabe destacar la superstición e ignorancia que se cosechaba en aquella época hacia las personas con habilidad para las ciencias, las cosas nuevas y los conocimientos que esas personas intentaban difundir, culpándolos de herejes.
Concluyo mi comentario con una frase de la gran Teresa de Calcuta:
“El amor, para que sea auténtico, debe costarnos”.